

¿Todo el mundo puede tomar cúrcuma? Casi, casi. Aunque es un superalimento con mil beneficios, hay algunos casos concretos en los que conviene tener cuidado. Si tienes problemas biliares, tomas anticoagulantes o estás embarazada, mejor consulta antes con tu médico. Te contamos quiénes deberían evitarla o tomarla con precaución. Spoiler: la mayoría puede curcumizarse sin problema.
La pimienta negra es clave en nuestros blends porque contiene piperina, un compuesto que multiplica hasta 2000 % la absorción de la curcumina. No solo mejora la eficacia de la cúrcuma, también añade un toque especiado que equilibra su sabor cálido y terroso. Pequeña pero poderosa.
El jengibre es antiinflamatorio, digestivo y energizante. Además, mejora la absorción de la cúrcuma al equilibrar su pH en el intestino. Una combinación con historia y ciencia.
La ashwagandha es un adaptógeno natural que ayuda a tu cuerpo a gestionar mejor el estrés, mejorar la calidad del sueño y aumentar la vitalidad. En nuestra Moon Milk la usamos por su capacidad para relajar cuerpo y mente antes de dormir, de forma natural y sin somnolencia. Ideal para crear tu ritual nocturno y recargar energías desde dentro.